Buscar un sentido en nuestra historia digital

Publicado por Juanjo Brizuela en

Poca gente hace compras por capricho. En realidad cualquiera de nosotr=s hemos caído en ello en alguna ocasión. Un= se da cuenta de que una compra es un capricho siempre a posteriori, después del desembolso correspondiente, abrir el paquete y entonces es cuando te preguntas “para qué y por qué”. Si respondes en negativo o tardas tiempo en responder, es capricho. Después andamos buscando alguna “razón autoconvincente” para encontrar un sentido que en realidad no lo tiene. Errare humanum est.

Algo de esto sucede con nuestra presencia digital. Entramos en este mundo, estamos y ¿ahora qué?. Esto viene siendo una tónica habitual, posiblemente forzado por el ruido que se produce en nuestro exterior, por lo que oigo y leo o porque mis competidores lo hacen, el caso es que aun no teniendo muy claro el por qué y el para qué, muchas organizaciones tienen presencia en internet y en sus redes sociales. A esto le sumamos la gestión de todo ello, los recursos que disponemos para su desarrollo, el tiempo destinado a su seguimiento y actualización, el llegar con la lengua fuera y con el agobio de “hoy qué pongo”, “no tengo información”, “pásame algo, lo que sea”, etc. El resultado es una constante pregunta de si realmente merece la pena, el por qué y para qué.

Siendo optimistas, que lo soy, todo esto no es una mala noticia porque dar este paso supone un cierto halo de esperanza en dar visibilidad a nuestras marcas y en tratar de construir una relación con nuestra comunidad y nuestro mercado. Lo que nos debe de hacer reflexionar y actuar en consecuencia es que hay que buscar un sentido en lo que hacemos, hacia fuera y hacia dentro. Sentido, criterio, intención, conocimiento. Actitud y aptitud al mismo tiempo.

Tuve este debate en estos últimos días con un cliente y con Alvaro Andoin. Con Álvaro en el sentido de que construir una historia no es una tarea sencilla. Parece que con hacer algo cronológico y emocional, del pasado hasta la actualidad, es suficiente. Y no lo es. Una verdadera historia es aquella en la que un/a lector/a se siente identificado y por tanto forma parte de ella, aunque sea desde fuera. No es tarea fácil pero lo que sí es verdad es que cuando hablamos de marcas seguimos quedándonos en la epidermis de nuestros productos/servicios sin profundizar en el verdadera sentido que tiene nuestra marca hacia el exterior de la organización, con su mercado, y también hacia dentro, con sus emplead=s, colaboradores, etc. Tiene más que ver con la categoría en la que nos situamos, tiene que ver no con el posicionamiento sino con la posición que tomamos ante ciertas necesidades y expectativas y tiene que ver más con la personalidad de nuestra comunidad que únicamente con la mera transacción económica. Tiene que ver con el valor constante que le aportamos a nuestra comunidad en cada interacción que generamos o que puede generar hacia nosotr=s.

Con el cliente debatía que estamos tan pendientes de las herramientas que disponemos hoy en día, que si el Facebook, Twitter, la web, el Youtube, “lo de las fotos” (me temo que Instagram o similar) que vamos con la «lengua fuera» porque existe la sensación de que si no ponemos algo, no existimos. La reflexión deriva a que pensar en herramientas genera una especie de tabula rasa con los contenidos que tenemos, tratando todos ellos casi de la misma manera, no siendo conscientes de la relevancia de lo que tenemos entre manos y provocando que aquellos que mayor rendimiento se les pueda dar, pasen desapercibidos y viceversa. Damos preferencia en definitiva a la herramienta por delante de los auténticos contenidos de nuestra marca y nuestra verdadera labor como gestores de marcas es equilibrar y desarrollar aquellos significados de marca que sigan construyendo notoriedad (esto es, que nos conozcan) y en especial aquellos que construyan personalidad (esto es, que nos reconozcan). En virtud de ello, deberíamos actuar al revés: saber qué herramienta/s nos podría/n ayudar más en ese sentido. Es decir, buscar de nuevo el sentido de nuestra marca y cuál es el “altavoz” más eficiente de todo ello.

Reconozco que no es fácil, que quizá hayamos comenzado a construir la casa por el tejado, pero el caso es que queremos construir una casa. Muchas rehabilitaciones son mejores que nuevas construcciones porque tienen más personalidad. Lo importante, no lo olvidemos, es encontrar un sentido a nuestras ideas. Un para qué y en especial un por qué: una verdadera razón que construya. Encontrar un sentido a la gestión de nuestros propios recursos, posiblemente más descentralizada. Hacer que nuestra comunidad perciba un sentido de pertenecer a nuestra marca. Si no, volveríamos a decepcionarnos y a frustrarnos una vez más, volveríamos a un capricho y no están las cosas como para que sea así.

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La foto de inicio es de Flickr, de Manel


8 commentarios

jlazkarate · 18/02/2014 a las 10:12

Estoy de acuerdo con esta reflexión.
Estamos construyendo la casa por el tejado; pero, en cierto modo, es lógico. La «revolución» de las redes sociales, web 2.0…ha sido muy rápida y, en cierto modo repentina. Tan repentina que la mayoría de las marcas no estaban/están preparadas para responder en este nuevo escenario de relación tú-a-tú con sus públicos, y, si no tenían un storytelling, algo que contar por medio de lo cual transmitir el alma,esencia, ADN…de esa marca, antes de este nuevo escenario, tampoco lo van a poder construir ahora, de repente.
Y luego, lo de siempre, no hay medios, existen otras prioridades, nos lo creemos, pero solo a medias…
Un saludo, Juanjo.

Antxon · 19/02/2014 a las 12:28

Todo se resume en un concepto que me toca vocear continuamente: Estrategia. La web 2.0, el social media… son mundos que se han ido construyendo a partir de la táctica (como me has oído decir mucho, es el reino de la táctica) pero eso es correr como pollos sin cabeza. Si metemos estrategia de verdad (los por qués y para qués) entonces todo comenzará a ganar sentido… pero eso es un trabajo que mola menos 😉 Buen post, my friend!

Por cierto, Juanjo, creo que todas las organizaciones tienen una historia que contar, un storytelling propio. Sólo hace falta descubrir la manera adecuada de llevarlo a sus usuarios, esos que forman parte de la propia organización aunque no lo sepan. Antes era usando unos canales y hoy se han añadido otros que han modificado, en parte, el punto de vista, la filosofía.

Juanjo Brizuela · 20/02/2014 a las 10:33

@Jota: gracias por el comentario Jota. Lo inmediato ha cegado nuestra capacidad de reflexión y sobre todo pensar en una visión: qué quiero ser. Para mí el problema ha venido más por la sensación de que las herramientas nos están obligando a recorrer caminos que teníamos que haber recorrido antes pero que no lo hicimos. Es entonces cuando vienen agobios, dudas, frustraciones y retiradas.

La consecuencia es que seguimos sin entender la realidad de la comunicación, de las marcas y en especial de los mercados. Ni qué es ADN, ni el espíritu de las marcas ni el sentido de las mismas.

Pero bueno, si la irrupción de estas herramientas en positivo, hace que se pongan en marcha estos principios, ni tan mal. Pero cuesta. Mucho. Abrazo

Juanjo Brizuela · 20/02/2014 a las 10:38

@Antxon: compañero!!
Atención, pregunta ¿estrategia de social media? o ¿estrategia de marca? 😉

Otra cosa: cada proyecto tiene un sentido pero no todos los proyectos tienen una historia, que no es lo mismo. Ojo! De esto creo que voy aprendiendo con el tiempo. Construir una historia, un storytelling no es fácil requiere de tiempo, de conocer mucho al mercado y sus usuari=s y sobre todo hacerlos formar parte de esa historia.

Me está dando mucho qué pensar esto del storytelling… a ver si encuentro las preguntas adecuadas.

Abrazo

Antxon · 20/02/2014 a las 11:47

Evidentemente, la estrategia de social media está supeditada a la estrategia global de negocio, en la que algo tiene que decir la estrategia de marca. Y, por otro lado, sigo pensando que todos los proyectos tienen historia. Será mejor, peor, más o menos comunicable… Pero es.
Un abrazo
Antxon

Juanjo Brizuela · 20/02/2014 a las 19:16

@Antxon: me gustaría matizar eso de la historia. Aquí se me queda corto. ¿Quedamos?

jlazkarate · 21/02/2014 a las 10:09

@juanjobrizuela
«Para mí el problema ha venido más por la sensación de que las herramientas nos están obligando a recorrer caminos que teníamos que haber recorrido antes pero que no lo hicimos.»

En efecto, el problema es que ahora estamos más expuestos y, de algún modo, tenemos que dar la cara, salir a la palestra…en ocasiones improvisamos una vestimenta, un disfraz, para salir del paso, pero a la larga, se nota que es una impostura.

Idoya Nanin · 22/02/2014 a las 14:11

Juanjo, me ayudaste a identificar un desasosiego que me rondaba y no sabía identificar. No me faltan conocimientos me falta orientación; no he interpretado bien los datos de mi brújula. Gracias una vez más.

En cuanto a la táctica y la estrategía. Para el amor, el desamor, las marcas y la comunicación; es lo mismo, Benedetti da en el clavo. ¿o no?

http://www.poesi.as/mbap051.htm

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