Si tu CEO fuera experto en marca

Publicado por Juanjo Brizuela en

Idee - Vater - Sohn

Siguiendo con la reflexión de la semana pasada sobre los diversos tipos de directiv=s que se encuentran hoy en las organizaciones, y cómo enfocan su visión de marca desde su punto de vista, el ejercicio interesante sería el de pensar sobre cómo debiera ser un/a directiv= ideal para quienes trabajamos en esto de las marcas y la comunicación día tras día. Así que en una hoja en blanco fui realizando un retrato robot de cómo debería ser un CEO que tuviera un enfoque más centrado desde el branding y me salieron las siguientes características:

    • visión sistémica de la organización: la organización es un ente sistémico, donde cada parte influye constantemente en relación con las demás, lo que provoca que se produzcan constantes interrelaciones entre la estructura pero sobre todo entre las personas de la misma. Interrelaciones personales y organizacionales, donde se produce intercambio de información que se convierte en conocimiento para tomar posteriormente las correctas decisiones al respecto
    • focalizad= en el propósito del proyecto empresarial: los recientes modelos de gestión han bebido de una orientación basada en la calidad donde misión, visión y valores han sido una constante fundamental para muchas organizaciones pero se han quedado en una mera declaración de intenciones. El propósito combina todo ello y, como todo proyecto cuando se inicia, tiene una clara intencionalidad inicial. El «por qué» se puso en marcha ese proyecto resulta en la mayor parte de los casos como el principio fundamental de todo proyecto empresarial. Ser fiel a ese propósito es el hilo conductor de las actuaciones internas y externas de las compañías
    • visión humanista: retomo un concepto extraordinario que trabajó mi colega Amalio Rey, sobre el «management humanista» (que recomiendo leer) porque más allá de los numerosos matices sobre este concepto hay dos que son esencialmente claves en este enfoque, desde mi punto de vista:
      • la persona en el CENTRO y su riqueza desde la diversidad: personas, personas y personas. Internamente porque serán ellas y sólo ellas quienes hagan realidad cada paso que se de en la organización, más allá del valor tecnológico, de innovación y de producto que estemos trabajando. Y externamente, porque como dijo alguna vez un amigo periodista que trabajaba en la radio: «pienso que estoy hablándole a una sola persona que me está escuchando y tengo que conseguir que me siga escuchando». Esta mirada es esencial.
      • la racionalidad y la emocionalidad, lo analítico y lo creativo, todo al mismo tiempo: El fin no justifica los medios…porque es el proceso y su recorrido el que me ayudará a llegar hasta el fin siendo más valioso que el propio fin. Y para llegar a ello, se conjugan ambos hemisferios (como le llama Amalio).
    • centrado en cada experiencia vivida: cada momento vivido suma a la experiencia. Cada detalle cuenta. Cada palabra resuena con fuerza. Del «TODO COMUNICA» (hasta el silencio) al «TODO CONSTRUYE MARCA«. Y del otro lado, cualquier aspecto negativo vivido, exigirá un sobreesfuerzo por modificar esa percepción, donde cada paso, cada momento es importante. Vivimos en un mundo de experiencias vividas. Y esas experiencias adquieren un valor extraordinario en el momento en que son compartidas y forman parte de la prescripción. Es ahí que la experiencia se torna en esencial.
    • con habilidades digitales: más allá del debate sobre identidad personal digital e identidad colectiva, del que se habla y se hablará mucho, en los tiempos de hoy no es concebible que un/a directivo/a viva al margen de la realidad digital en su quehacer diario, tanto personal como profesional. Sin llegar aún al 100%, hoy las referencias y recomendaciones vienen muy de la mano de la reputación ganada en la red y de tu comportamiento en la misma. Saber manejarse en todo ello, pero no solamente en el uso de un navegador de internet, o de unas apps adecuadas en tu smartphone o en un tu tablet, sino lo que supone lo digital de transparencia y privacidad, conversaciones, tratamiento de información y actitud de escucha, es clave en el desarrollo de habilidades y competencias directivas. Si alguien pretende vivir al margen de esta nueva «era digital» debería empezar a buscar otro hueco en otra profesión. Hoy pero sobre todo mañana, «lo digital» será un compendio de habilidades y competencias esenciales para las tareas directivas. Y ahí la identidad de marca y su reputación pero sobre todo las conversaciones distribuidas serán claves.

    • capacidad social y de empatía: derivado de sus habilidades humanistas, la capacidad de relacionarse con otras personas, la habilidad del discurso y de la conversación, el perder el miedo a la exposición, lo que en el mundo educativo le llaman «inteligencias múltiples» y saber responder a cada una de ellas correctamente, todo ello redunda en una mayor capacidad de cercanía con la consecuencia de sumar voluntades y capacidades al propósito común.
    • gestión de datos externos y toma de decisiones: quizá hoy en día precisamente sean los datos que manejan los equipos directivos la clave de muchos proyectos. Pero más allá quizá de esta visión economicista, los «data», la capacidad de generar y extraer información pero sobre todo su tratamiento en forma de acciones segmentadas, serán clave. Un buen sistema de obtención de datos, del famoso «data» es clave para muchas decisiones. La escucha activa es fundamental, los diferentes métodos para la fidelización (NPS, Forrester, etc) lo son aún más, las tendencias… se sumarán en el quehacer diario. Todo ello permite una nueva palabra esencial: microsegmentación
    • construir y desarrollar red: la «soledad del directiv=» debe dar paso a la «compañía del directiv=». Hoy y mañana serán claves la participación de personas que formen parte de una red que permita desarrollarse y hacer desarrollar al resto. La red, algo que hablamos para el trabajo del futuro a nivel externo, debe convertirse en algo esencial hasta a nivel interno. De esa capacidad de empatía previa y social, se concluirá en esta capacidad
    • PENSAR Y ACTUAR DESDE MARCA: Pensar en que las decisiones, muchas de ellas, están basadas en lo que piensan el resto de personas acerca de tu marca, de tu organización. Es un intangible decisivo y decisor. El problema no será tanto disponer de soportes de comunicación como hasta ahora sino de disponer de argumentos, de significados que sean tractores en las tomas de decisión. Y esos significados se trasladan de dentro a fuera y no sólo para transacciones económicas sino para generar una cultura alrededor de la marca, compartida y compartible. Más que nunca es preciso pensar en esos significados y sobre todo en lo que hemos denominado Brand Share Proposition, es decir, aquella/s parte/s de la marca que serán compartidas por los demás porque se han convertido en relevantes. Más que nunca debemos de pensar en la marca como CULTURA compartida y vivida y no como mero intercambio de bienes.

Como decía aquél, todo comienza desde esta frase: «QUERIDOS REYES MAGOS»… y sí, porque quizá sea una odisea pensar en ello pero no me resisto a desear que estos perfiles serían ideales para trabajar con y desde la Marca. ¿Te parece?

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La foto de inicio es de Flickr, de Kai C. Schwarzer


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