Que no nos falte aprender

Publicado por Juanjo Brizuela en

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Soy un usuario frecuente y militante de las bibliotecas públicas. Quizá porque sea una costumbre adquirida desde joven, de ir a estudiar allí, y posiblemente también porque en esta etapa profesional que estoy recorriendo en la actualidad, no veo aún la oportunidad de tener mi propia oficina, local y esas cosas. El hecho es que semana tras semana, invierto muchas horas en estos espacios públicos. Leer, preparar proyectos, escribir, reflexionar, trabajar con mis notas…me resulta cómodo, me encuentro muy concentrado y siento que trabajar en ese espacio tiene su toque.

Cuando levanto la cabeza de mis ilustres aliados, mi lápiz, mi cuaderno, el teclado y la pantalla del portátil, veo a mucha gente joven y no tan joven estudiando, leyendo, escribiendo, reflexionando, pensando, …y no puedo dejar de creer que la condición humana sigue teniendo esa actitud de aprendizaje, bien sea por necesidad, por pasar una prueba o por el mero hecho de seguir aprendiendo. Sin lugar a duda, sea por obligación o por pura inquietud personal, somos seres que aprendemos continuamente. El ocio, la profesión y la vida en general es un continuo momento de aprendizajes, o como decía mi admirado Mario Benedetti.

El futuro no es
una página en blanco
es una fe
de erratas.

Hay además pequeños matices que hacen aún más que este aprendizaje sea más completo. Podemos aprender de lo que hacemos bien y de lo que hacemos mal. Siento a veces que sólo aprendemos de lo malo, para no repetirlo y para hacerlo mejor. Pero es que también hemos de aprender de lo bueno. De aquello que nos ha dado y por qué nos lo ha dado. Aquí la pregunta clave es POR QUÉ. Y no es fácil hacerse esa pregunta. Uno de los retos más grandes es no perder sino aumentar aún más nuestro sentido autocrítico. Ése que nos permite hacernos preguntas y nos vuelve más humildes. Cosa que en algunos casos se está perdiendo.

Podemos aprender también de otras personas. El/la maestr=, nuestros mentores, nuestr=s amig=s, cualquier persona nos da lecciones, una tras otra. Lecciones que no hay que saber sino lecciones que hemos de interpretar.  

Personas a las que más allá de su condición, sea cual sea, son y deben ser iguales ante nuestros ojos. Aprendo muchísimo de tod=s mis compañeros de viaje, de esta maravillosa gente que me rodea en cada proyecto, en cada café, en cada charla, en cada whatsapp. Uno es en la medida que son los demás. Y la gente que me rodea y acompaña es muy muy enriquecedora. Aprendo muchísimo de mis clientes. Aprendo de sus dudas, de sus certezas, de sus (pocas veces) imposiciones. De sus neuras y de sus ilusiones. De su confianza. Sólo por seguir aprendiendo de ell=s merece la pena levantarse cada mañana y hacer tu trabajo un poquito mejor.

Podemos aprender de la competencia. Podemos aprender de otros campos: de la literatura, de un periódico, de un blog, de una serie de televisión, de una canción, del deporte, de la moda. De la vida. Del silencio.

Aprender no es sólo adquirir conocimientos para uno y para que sean trasladados en otro tiempo y lugar. Para aprender sólo es necesario QUERER APRENDER y reconocer que el problema no es cuánto sabes sino cuánto puedes llegar a saber. Aprender es reconocer que en ocasiones, como me dice mi buen amigo y compañero de trabajo Miguel de Andrés, hay que correr más para llegar al mismo sitio. Aprender es ponerte por delante de la duda para mitigarla, ponerte delante del miedo para derrotarlo, ponerte por delante de la ignorancia para darle la respuesta necesaria.

2015 ha sido un enorme año de aprendizaje y de aprendizajes. Muchos. En muchos sentidos. Y ahora, que le vamos a brindar su despedida y al mismo tiempo la bienvenida al 2016, quisiera que APRENDER siguiera conmigo en este viaje. Y os acompañara en el vuestro. Hay muchos deseos que podemos pedir, mucho por lo que ilusionarse para el futuro pero que nunca dejemos de aprender. Los unos de los otros. Porque una sociedad más sabia es una sociedad más plena. Y eso es muy grande.

Nos seguiremos leyendo y viendo en el 2016. Recordad eso de «…puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera…».

Felices fiestas y feliz 2016.

Salud y tratad de aprender para ser un poco más felices. Disfrutad y aprended de vuestra gente. (dale al play y pon el volumen alto, merece la pena).

Categorías: Reflexiones

4 commentarios

Julen · 28/12/2015 a las 09:46

Pues que no falte a la mesa de estas fiestas. ¿Ya has aprendido a cocinar algo nuevo? :-))))
Un abrazo y que venga bonito este nuevo año.

Iván · 10/01/2016 a las 20:47

Grandes reflexiones Juanjo. Me ha encantado el post. Buen 2016 para ti y los tuyos. Un abrazo.

Juanjo Brizuela · 11/01/2016 a las 10:29

@Julen: pues sí, he aprendido nuevas cosas para cocinar … tendrás que catarlas por preguntar, jajaja…
Buen año… espero que sí

Juanjo Brizuela · 11/01/2016 a las 10:30

@Iván: muchísimas gracias compañero. Me alegro como siempre que te guste el post. Es importante esto de aprender… de todo y de tod=s …
Te deseo un buen año
Abraoztes

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