La práctica artesana: #redca7

Publicado por Juanjo Brizuela en

Sobrevaloramos el hecho de ganar. Nos ciega tanto el resultado final que perdemos de perspectiva el camino y las formas que nos lleva a ello. Casi diría lo mismo del hecho de perder, en el sentido de quedarnos con un gusto final que posiblemente no sitúe en su justa medida las razones, el esfuerzo requerido y el aprendizaje llevado.

Salir de unas reuniones con la sensación de que quizá no has encontrado respuestas pero sí lleno de nuevas preguntas, es siempre reconfortante. Compartir y reconocer ante el resto, el contexto profesional de cada un=, el por qué de las cosas y los caminos que has llevado en cada acción, es también aprender de sí mism= y de las opiniones del resto. Escuchar aciertos pero sobre todo escuchar errores, miedos y dudas es el mejor de los bagajes que alguien puede sacar tras dos días de compartir experiencias profesionales y personales reales. Estas son mis tres grandes reflexiones tras una nueva reunión del grupo #redca de Consultoría Artesana, que hemos realizado este pasado fin de semana en Bilbo, en la sede de Bilbao Berrikuntza Faktoria. Cada encuentro de este grupo de compañer=s y amig=s, es una lección y un soplo de energía para afrontar cada reto que se nos presenta, y no sólo desde lo profesional. Y es que pasar horas de distendida y profunda charla con AlbertoJulenAnaMaria JesúsAsierNaiaraManel, Mikel y la increíble Maddi es todo un placer.

Buen rollo. Es una expresión quizá tan poco seria que se sitúa a un lado de muchas de nuestras acciones sin cobrar excesiva importancia. A veces se pone en primer lugar por delante del conocimiento y de lo profesional, situándolo en un espacio inútil. Pero lo que queda claro es que para desarrollar nuestro trabajo, para acompañar en muchas de nuestras organizaciones, para avanzar además de tener claro el camino es fundamental un clima de confianza, de empatía y de que todo el mundo se sienta igual que el resto, igual de importante. Mucho de este buen rollo se ha dado también en este encuentro, confianza, simpatía, respeto, escuchar y opinar. Mucho de esta actitud se tiene que trasladar a cada proyecto. Hay una frase que para mí resume esta nueva pregunta, que la comentó Manel:

«Cada vez que hay un yo hay un tú, que elimina el nosotros”

Lo «artesano» se caracteriza no sólo por el gusto y el reto del trabajo bien hecho sino sobre todo por reconocer con qué se trabaja e intentar que todo ello emerja y juegue un papel esencial. Adios por tanto al «ctrl & C» que tanto abunda por nuestros lares y más a decidir qué hacer con «lo que te piden». Eso de tener respuestas inmediatas para cualquier pregunta, no es el camino. Más bien saber qué construir y sobre todo con quién construir. Aquí se pone en primer lugar a cuál es nuestro lugar ante cada problema. Con qué nos conectamos, como dice Asier. Y es que cuanta más intervención por nuestra parte, peor. No se pone en valor el rol de cada actor ante una situación. No se pone en valor la «energía» y el conocimiento que tienen las personas para poner en común y generar de ahí los caminos y las soluciones propias. Proponer desafíos para encontrar respuestas. Un/a artesana/o en realidad  es aquél/lla que tiene una filosofía detrás y se va construyendo, construye su propósito y no la técnica.

«Nuestro trabajo no tiene nada que ver con lo que hacemos sino con lo que perseguimos«, se comentó.

Tanto Julen, como Manel y Mikel, ya han dado su visión del encuentro. Complementaria una con la otra; es lo bueno que tiene el sentirnos en un entorno donde cada un/a es capaz de ofrecer su punto de vista, que siempre suma. Lo mejor de todo, lo aprendido de verdad, es que reflexionamos sobre la manera de hacer, sobre la propia filosofía desde la práctica. Y a su vez la práctica se alimenta basada en esta filosofía y modo de actuar. Reflexionamos desde la práctica. Reflexionamos desde lo concreto para precisamente construir lo intangible. Necesitamos tangibilizar proyectos para comprender y profundizar en los que se desea. Necesitamos pensar en qué y cómo hacer para comprender el qué sabemos y qué necesitamos saber. La forma y la función, todo en uno. Realmente apasionante y estimulante.

Y acabo con una tremenda duda. ¿Partimos cliente y nosotr=s siempre del mismo lugar? Llegamos a debatir sobre la importancia de la Fase 0, ese momento inicial para equilibrar expectativas con resultados. Ese momento básico para determinar desde posiblemente la inseguridad del cliente hasta lograr que un equipo «vaya haciendo», vaya generando desde el método y la participación, el contenido final. Es para mí el principal reto. Cada una de las exposiciones mostró precisamente el éxito y fracaso del método, del trabajo, de cómo han ido sucediendo cosas, precisamente para que sucedan estas cosas.  ¿Cuál es el final? «¡renuncio a la memoria final!» sentenciaba Asier…y se matizaba al mismo tiempo en la necesidad de documentar cada paso, de dar visibilidad a cada intangible desarrollado:

«somos editores en el sentido que con las ideas, acciones y cosas que salen, vamos montando una historia».

En fin. Mi paradoja es que al mismo tiempo que esbozo una sonrisa por los recuerdos y el buen tiempo pasado juntos, se forma una cierta sensación de duda y preocupación por todas esas nuevas preguntas que se han ido formulando  y a las que aún no tengo respuesta. Será entonces cuestión de compartirlas por aquí y seguro que «juntos», encontramos una luz que nos ayude a tod=s. Sólo me queda decir de nuevo, gracias. 😉


5 commentarios

Julen · 26/02/2014 a las 10:36

¿Sensación de duda y preocupación? Chocheas. Pero si no estuviste en la cena jajajajaja
Siempre estamos en ese filo entre la pregunta y la respuesta, en un territorio que nos escapa y en el que se ve que disfrutamos, ¿no?
Feliz miércoles.

Manel [cumClavis] · 26/02/2014 a las 17:03

Magnífica síntesis de las Jornadas Juanjo, además aliñadas con tu reflexión cobran una densidad especial.

Es cierto que la práctica artesana no se debe tanto a lo que se hace. Tampoco se trata de un «hacer bien», eso es muy presuntuoso ya que hay mucha gente que hace las cosas bien sin necesidad de ser «artesanos». Realmente hay un «cómo se hace» [singularidad, particularización…artesanalmente] pero también hay algo que la hace distinta a todo y donde reside su verdadero nucleo de valor, me refiero al «porqué se hace», a qué responde…ahí hay una clave y en estas jornadas se habló de ello.

Una alegría haber compartido contigo. Un abrazo.

Juanjo Brizuela · 27/02/2014 a las 08:34

@Julen: disfrutamos sí… eso es lo bueno en realidad. Porque de las preguntas y dudas, y de compartirlas es de donde parten las nuevas ideas y retos. Por eso esbozo la sonrisa, porque me divierto. A pesar de no haber estado en la cena. Gracias por todo Julen, de veras.

Juanjo Brizuela · 27/02/2014 a las 08:37

@Manel: hubo una palabra que me atrapó desde que empezamos el debate de trabajo: propósito. Y es que muchas veces ni se sabe lo que se quiere, ni se tiene claro, ni nada por el estilo. El caso es que el propósito también se puede ir descubriendo pero lo que está claro es que tiene que haber un por qué. Y efectivamente, hablamos de ello. Y con ello seguimos construyendo de forma conjunta el fondo y la forma, que me parece importante: propósito y cómo ir llegando hacia él. Lección más que aprendida.
Gracias por venirte por aquí. Nos veremos pronto.

equiliqua » Cuestión de satisfacción o no · 23/01/2017 a las 10:15

[…] referencias bibliográficas, etc, que siempre vienen muy bien, es mejor recurrir a nuestra “práctica artesana” que nos permite trabajar y aprender al mismo tiempo, desarrollando experiencias y analizando […]

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