Ir de favorito

Publicado por Juanjo Brizuela en

Aprovechemos que estamos en un momento propicio para hablar de ello: final liga ACB, el Mundial de fútbol, luego el de basket…pero poniendo el foco en otra dimensión: emprendizaje y branding. ¿Cómo? Pues sí. Porque cuando alguien-algun@s se proponen poner en marcha un nuevo proyecto profesional-personal, lo cierto es que tiene que pensar en ello.

Asistí la semana pasada al encuentro del «Día del emprendedor» en Bilbao, organizado por la gente de The Init y Lan Ekintza. Una bonita experiencia. Tocó escuchar, hablar, debatir, apreder. Rondaba por la cabeza ya un par de ideas que creo son importantes señalar:

  • «Humildad apasionada»: todos presentaban SU proyecto, desde una perspectiva personal, pero de una forma sencilla y simple pero a la vez contundente y potente. Cuestión de actitud, con C. Las ideas brotan desde dentro, se ve la ilusión y el compromiso y, sobre todo, muestran respeto por todo lo que ya se encuentra en el mercado y existe. «Sé que es complicado pero lo estoy intentando». A menudo se habla del compromiso y la implicación en las organizaciones, en este sentido, hay muchísimo. Quizá sea porque en el germen de los proyectos vienen a ser esencialmente INDIVIDUALES, pero no siempre es así. Esta actitud marca mucho el desarrollo. Y también marca mucho la relación con quien te vas a dirigir. Hablas de tú a tú, no lo haces marcando las distancias, ni hablando desde un púlpito. Exactamente igual que en el deporte. Quien lidera, quien realmente es claro favorito, siempre muestra una clara actitud de respeto hacia el otro, de que la partida hay que jugarla y de que hay que estar preparados para poderse enfrentar con garantías y «ganar».
  • «Concepto de valor y contextualización»: Las ideas siempre parecen algo complejo pero al final las simples son las que marcan el territorio a seguir. «Yo tengo esta visión y me he puesto a ello». Desde una perspectiva individual («yo creo») pero sobre todo con un marcado carácter claramente diferenciador. Los conceptos que quedan en la memoria de la gente, las marcas potentes, son aquellas que dan SU visión de la situación pero sobre todo quedan muy marcados por el contexto al que se enfrentan. «He visto este problema, propongo esta solución«. Idea simple y perfectamente contextualizada. Porque además estas referenciando en todo momento tu propuesta frente a las que ya existen, creas un «nuevo marco de referencia» donde buscas la posición privilegiada aun siendo realmente nuevo. Y si lo haces desde un concepto que se exprese en una sencilla frase (simple = smart / smart = simple, gracias Iván & Trendtrotters), mejor. Igual que el favorito en una competición: tiene una forma de afrontar los partidos, un estilo y una idea para poder ganar. Sabe que la manera para ganar es ser fiel a su estilo. Y que precisamente en esos detalles del contexto es donde radica la nueva ventaja que puede obtener. Su propuesta de valor y su «adaptación».

Luego nos encontramos con suficientes problemas que ponen a prueba todo ello, es un examen continuo y, además de ello, hay ocasiones en las que tienes que pensar más en cómo afrontarlos que no en seguir el camino trazado, ahondar en el concepto, extender tu concepto de marca hacia todas las aristas del proyecto (producto, comportamiento, entorno, categorías de mercado…) y seguir caminando para poder avanzar en el proyecto. Luego estaría cómo estructurarlo todo, etc… aunque tengo claro lo que me parece más oportuno. El favorito sabe que puede tropezar, que el «otro» también compite, pero la confianza, el trabajo y sobre todo la lealtad a su concepto resuelve sus problemas. Eso es lo que diferencia al que «va de favorito» frente al que únicamente «quiere estar».


4 commentarios

David Sanchez Bote · 10/06/2010 a las 09:51

Me ha gustado mucho el concepto de humildad apasionada, ahora que además le estoy dando muchas vueltas al concepto de la pasión

Juanjo Brizuela · 11/06/2010 a las 16:53

@David: bueno, ha surgido de esa manera…pero creo que la clave del éxito de mucha gente en este mundo es precisamente no creerse el éxito ni desmoronarse en el fracaso… eso es ser humilde… pero a la vez, defender y trabajar con mucha pasión y compromiso en cada proyecto.

Martín · 15/06/2010 a las 18:47

Humildad apasionada. A mí también me gusta mucho ese concepto.

¡A practicarlo todos!

Juanjo Brizuela · 18/06/2010 a las 08:22

Zenkiu Martín… no es fácil… primero hay que interiorizarlo y luego entenderlo bien para poder pasar a la acción…

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