Si es posible, ¿por qué no hacerlo?

Publicado por Juanjo Brizuela en

El roce hace el cariño. Me explico. Mi vida profesional ha estado está muy ligada a las empresas-PYMES de Euskadi. Ésas que ocupan en torno el 90% del tejido empresarial de «este-nuestro-país». Para alguien que estudia-trabaja en publicidad es un mundo «desagradecido», porque su comunicación no brilla como un producto de consumo. En cambio es un reto apasionante trabajar con ellas precisamente para que vayan dejando la taladrina a un lado y brillen en el mercado cada vez más. Lo sé por experiencia propia.

Si a esto le unimos que tenemos un país pequeño, peculiar, en una situación privilegiada, con características muy interesantes, gente trabajadora y respetada, turísticamente atractivo… he dicho «turismo«, ooops… ahí quería llegar. Sí, porque tengo la impresión de que la imagen que se proyectan de los países hacen única y exclusivamente referencia al TURISMO. Sólo. Y esto, personalmente no me parece del todo correcto… ni por supuesto, justo. Me explico.

Hay que competir en el mundo, hay que saber ocupar tu espacio y diferenciarte para presentarte ante el resto como una alternativa (no lo olvidemos, como marcas no-líderes siempre hemos de ser la alternativa que «preocupa» y ocupa al líder), para así ir logrando poco a poco la preferencia. Lo curioso del tema es que, visto desde el lado empresarial y en aquellas organizaciones que tienen en la internacionalización uno de sus pilares estratégicos de competitividad, la necesidad de «ampararse» en una referencia simbólica con valor añadido emerge cada vez más. Nuestras empresas están demandando recoger una referencia más que le sirva de respaldo para que sus propuestas sean tenidas en cuenta. Digamos que hay tres aspectos que funcionan como especialmente relevantes:

  • Los aspectos funcionales de la oferta son básicos: repensar y redefinir el producto se presenta como un aspecto más de la construcción de una marca
  • la capacidad de ofrecer un servicio de valor añadido es imprescindible y más en el ámbito industrial donde el proceso de compra y de post-venta es mucho más largo en el tiempo que en el mundo del consumo)
  • la capacidad de dar respuesta a cualquier tipo de expectativa y necesidad de futuro se presenta como una promesa de alto valor,

Llegado el momento de tomar de decisiones, apoyarse en un valor emocional y simbólico como tu «marca-territorio», con todo lo que representa y lo que significa, hace que puedas ganar ese punto de prestigio necesario para que tu propuesta sea aceptada. Y es aquí donde la «marca Euskadi» debiera aparecer (donde digo Euskadi podría poner cualquier otra marca territorio, con la extensión y consideración que se quiera). En el caso que nos ocupa, Euskadi ya refleja valores «profesionales» realmente interesantes: seriedad, compromiso, capacidad, inversión en i+d, capacidad de innovación, redes en forma de cluster, etc.

Ya hay quien ha comentado la necesidad de tener una marca-país, o de crearla de forma general y global. Y sobre todo transversal. Yo me uno a esta necesidad. Y no sólo desde el ámbito del turismo, que sí es necesario y crea riqueza, pero mi pregunta es ¿dónde ponemos el foco? Está bien lo de ser un territorio que tiene playa, monte, entornos rurales atractivos, ciudades modernas y sostenibles, tradición histórica, patrimonio, cultura propia, el euskera y que-se-come-estupendamente. Que sí. Pero si Euskadi pretende ser un territorio competitivo, ha de «elevarse» más, sacar la política del debate de la estrategia de imagen (adios a la «marca-gobierno», hola a la auténtica «marca-país») y tratar de construir una imagen basada también en nuestro tejido empresarial, nuestro compromiso con la innovación y sobre todo, (aquí lanzo una idea) con su gente: juez y parte de un país tremendamente competitivo.

Así que sí que es de justicia, que demos más protagonismo a nuestras empresas para que su taladrina brille y haga de «este-nuestro-país» una excelente y atractiva alternativa en el mundo. ¿O no?

P.D.: La foto es de Flickr, de Roby Ferrari


7 commentarios

Unai · 09/09/2010 a las 19:31

No podía estar de acuerdo. Una vez más 😉

Juanjo Brizuela · 10/09/2010 a las 09:18

A ver que me entere:
a) no estás de acuerdo
b) estás de acuerdo…
que no me ha quedado claro, ja, ja…

Como siempre, mucho por hacer… afortunadamente

Unai · 10/09/2010 a las 09:32

Es lo que tienen las prisas… Me he «comido» el más.
Quería decir «No podía estar más de acuerdo».
Mil disculpas…

Josu Bergara · 10/09/2010 a las 10:49

La verdad es que es un reto muy interesante, sobre todo por dos alicientes:

1 La dificultad de lograrlo.
No lo veo nada fácil. Múltiples impedimentos políticos …demasiadas partes interesadas. Eso sí, si se consiguiera proyectar una imagen potente, e incluso dotarla de atributos como competitividad, eficacia, fiabilidad, innovación…ganaríamos mucho (todos).

2 La sensación de estar haciendo algo de mejora colectiva y unión.
Es una de las razones por las que me levanto todos los días, desayuno, me ducho, cojo el coche, pago el peaje, saludo a mis compañer@s y empiezo a trabajar. En todos los sitios por los que he pasado (y pasaré), pienso en eso, en que no trabajo sólo por ganar para mí, sino que además con nuestro trabajo ayudamos a comunicar + publicitarse = conseguir sus objetivos a organizaciones, empresas, universidades y un largo etcétera, que realmente merecen la pena, con todos sus claros, oscuros y grises

Seguiremos trabajando para poder opinar, hacer fuerza, ayudar, querer, colaborar e impulsar, éste…nuestro pequeño país.

Juanjo Brizuela · 10/09/2010 a las 18:10

@Unai: ya me parecía a mí… y no tienes que disculparte que te habíamos entendido, crack!! ja,ja…

@Josu: el reto difícil es sobre todo a nivel interno. Ser conscientes de que trabajando la imagen de «lo Vasco», o como se le defina, se mejora prácticamente todo y, efectivamente, ganamos todos. Lo bueno es que precisamente ya tenemos atributos muy potentes por diferentes ámbitos y que sólo hay que saberlos aflorar de manera escalonada, pensando muy bien el aprendizaje y la experiencia del «consumidor» y el canal en el que nos encontremos.
Y por supuesto, lo que comentas con total razón y cordura, la ACTITUD. Y de ahí que el reto principal es a nivel interno. Es la actitud de ser conscientes de que hay algo latente y que debe aflorar y que se debe de dejar de lado otras disquisiciones y peleas para sacarlo adelante.
Buena reflexión, Josu (como siempre) 😉

Sergio Monge · 23/09/2010 a las 10:15

Poco que aportar a lo dicho. Sin embargo, los que en mejor posición están para liderar algo así son nuestros gobernantes. Y esos están a otra guerra. O más bien a otras guerras.

Juanjo Brizuela · 24/09/2010 a las 08:57

@Sergio: ellos son quienes han de cambiar. Pero me surgen dos reflexiones:
1) las empresas deben EXIGIR el acompañamiento y la definición de las estrategias de marca a sus gobernantes para poder competir con más garantías… ¿qué hace Confebask? ¿a qué esperan las Cámaras? etc…
2) Y que los políticos dejen de decir de una vez que están para ayudar a TODAS sus empresas, porque no es verdad… así que éste puede ser EL camino a recorrer…

Eskerrikasko por «estar» en TU casa…

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