Nuevas preguntas

Publicado por Juanjo Brizuela en

Es tan ligera la línea que nos empeñamos en estirarla y hacerla más grande, más de lo que debería y más de lo que es en realidad. Esa delgada y light línea que separa un año de otro no deja de ser un símbolo de la renovación, una representación de una ilusión que por diversas circunstancias no se cumplió, una extensión de aquello que nos invitaba a aflorar el día con la esperanza positiva de que las cosas salieran como deseabas. Gracias pues 2022 y hola 2023. En un tic-tac-tic, en tres segundos, el último del año, el del momento y el primero del siguiente. En 3 segundos nuestro cerebro ha hecho click, hemos levantado los ojos, hemos respirado hondo y nos hemos dicho «allá vamos».

No hay año en el que no te lleves algo. 2022 se suma a ese baúl de los recuerdos que llenan nuestra vida de esperanzas, de deseos, oportunidades, de alguna que otra decepción y de energía puesta en aquello que sientes y vives. Nada diferente al resto de años, en lo personal y en lo profesional. Cada año suma una capa más en la vida de cada quien y hace que en ocasiones brille, en otras tenga algún punto negro y a veces te sirva para separarla y observarla con atención. Una capa única que recoge rasgos de identidad y añade nuevas perspectivas que no tenías entonces.

Las primeras acciones de este año que acaba de comenzar son ya rutinarias: abrir un nuevo cuaderno A5, ponerle fecha y título, dibujar en la primera página de la izquierda el número de la semana y a su derecha escribir qué siento y qué me gustaría que ocurriera, sacar punta al lápiz y al otro lápiz de colores azul y rojo; crear una nueva carpeta en mi Dropbox profesional que ponga «EQUILIQUA» y a partir de ahí comenzar la tarea. Es comenzar de cero, mejor dicho, de casi-cero. Y cuando lo tienes preparado viene bien echar la vista atrás a este mismo momento pero 365 días antes, por si se te olvida algo para que se activen como debe ser las neuronas. Todo sigue, nada es igual, pero todo sigue.

Esa perspectiva de la que hablamos la semana pasada ha traído aspectos del 2022 que me siguen palpitando con fuerza: saber decir que no aunque te duela y te duela mucho, tener la convicción y la energía suficiente para convencer de que este camino es el adecuado y prepararte por tanto para ello, explorar nuevas vías todo el tiempo que sea necesario para aprender de ellas, preguntar a gente que está directamente implicada con sus problemas y aceptar sus respuestas, hacer equipo (muy importante) para ser equipo, indagar y buscar nuevo talento joven para trabajar junt=s y crecer juntos por un camino que no sabes muy bien dónde llegará pero intuyes que es el mejor camino posible, explorar futuros para rendir en presentes, aprender sale otra vez más, plantear propuestas optimistamente posibles, observar y preguntar, preguntar mucho. Releo los tres cuadernos del 2022, rebusco en los mails al azar de los primeros meses del año, busco entre los proyectos realizados,…, me ha gustado este 2022.

Me ha gustado tanto 2022 que no quiero estirar esta delgada línea que lo separa del 2023, así que más que seguir las rutinas espero seguirme a mí mismo. A estas alturas de mi vida profesional, siguen siendo los retos que nos planteamos la vitamina principal para un estado de salud profesional sano, saludable y enérgico. En una charla interna que di la semana pasada en «casa de un cliente», les decía que el objetivo personal-profesional vital debe seguir siendo mirarnos al espejo cada noche y mantenernos la mirada; si no fuera así estaríamos perdidos como personas y como organización. Así que me miro al espejo de los retos, de los descubrimientos, de los «optimistamente posibles» y trato de acercarme más cerca al espejo para llevarme más preguntas que cuando entré en esa estancia.

En mi aplicación de FacileThings siguen estando al mismo nivel la lista de «acciones siguientes» de la de «algún día/tal vez» y me confirma que esta delgada línea del 2023 heredada del año y de los años anteriores sigue siendo fiel a lo que me propongo cada día, no solo cuando comienza un nuevo año y se verborrean los propósitos. Así que me quedo más tranquilo porque sé que en el fondo aunque los ciclos se producen en la vida de cada persona, también es verdad que un ciclo comienza cuando se pone de verdad en marcha una idea que tenías en barbecho desde mucho antes. Y ese barbecho hay que mantenerlo y cuidarlo con tanto esmero como el campo que se cuida en otoño e invierno para que dé los frutos en primavera y verano.

Hay tantas preguntas por responder aún que indagar en las posibles respuestas es la mejor energía que uno debe tener. Pero también reconozco que la base de todo comienza en seguir haciendo mejor las cosas que sabes hacer bien, que ya de por sí es suficiente reto. Creo en su justa medida en la necesidad de explorar vías de la misma manera que ser capaz de ser eficientemente mejor, porque de ello depende mirar más allá. Así que necesitamos nuevas preguntas para encontrar respuestas y necesitamos las mismas preguntas de siempre para saber si las respuestas siguen siendo las mismas o necesita enriquecerse de matices. Este es mi principal deseo para el 2023.

Así que espero que hayáis saludado con honores al pasado 2022 como se merecía, con vuestra gente, con vuestras ideas y vuestras propuestas. 2022 para mí ha sido un nuevo año de crecimiento en proyectos, en nuevas materias siempre relacionadas con las marcas, he hecho branding de verdad y han tocado campañas, lanzamientos, reposicionamientos y desarrollo de nuevas narrativas de marca que han sido auténticos descubrimientos para mí y para mis clientes.

Necesitamos mirar atrás para que cuando alcemos la mirada más adelante veamos que todavía hay respuestas que necesitan de preguntas correctas. Tocan ahora nuevos proyectos, el ansiado newsletter (en breve), nuevos contenidos, otras inquietudes con los contenidos y otros propósitos diarios que responden a esta idea de «qué va a hacer tu marca hoy».

Un año más y son ya unos cuántos, gracias por estar aquí y «ahí».

Gracias por cada segundo que pasáis entre estas líneas del blog. 

Gracias por RESPONDER. Toca PREGUNTAR.

Sed felices.

URTE BERRI ON ! ¡FELIZ 2023!


[ Foto vía Flickr, de Farther Along ]


1 comentario

Julen · 09/01/2023 a las 06:14

Nueva etapa. Curioso esto de que necesitemos colocar límites en el tiempo para gestionar nuestras cosas 😉
Que venga bonito, Juanjo. Abrazo.

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